“Y después…
¿Qué?”
El pasado jueves, 2 de noviembre, tuvo lugar una Charla-Coloquio en Écija sobre el acogimiento familiar. En ella se abordaron
numerosos aspectos, pero sobre todo se dio respuesta a las dudas de todas aquellas personas interesadas en este recurso.
Una de las dudas frecuentes que suele darse y que
nos transmiten a menudo es “Y cuando se va ¿Qué pasa?” Lo cierto es que
muchos/as niños/as se encuentran en centros de acogida y no en familias por el
desconocimiento y el miedo,
en la mayoría de las ocasiones injustificado, que se tiene sobre el recurso, lo
que puede hacerlo más complicado de lo que se trata en realidad.
En primer lugar, hablamos del ideal… ¿Qué
sería lo ideal? Lo ideal es que cada niño y niña no tuviera que salir del seno
de su familia… pero cuando se requiere del acogimiento es porque ese menor está
en situación
de desamparo.
¿Y qué supone
estar en situación de desamparo? Supone que un menor no está siendo bien atendido; puede haber
sido abandonado, o puede que su familia biológica por diversos problemas, no
pueden hacerse cargo de ellos, es decir, cuando este no recibe la ayuda o protección que
necesita, y sus derechos están siendo vulnerados.
Lo que ocurre en estos casos es que cuando se declara en
situación de desamparo a estos menores, pasan a un centro de protección de
menores o a una familia de acogida hasta que su situación se aclare. La
realidad es que la mayoría
pasan una etapa de su vida en la que necesitan apego, cariño y una persona de
referencia en sus vidas que se preocupe por ellos y que los atienda, y el seno
de una familia, es donde sin lugar a dudas puede encontrar todo esto.
Y volviendo a la pregunta con la que
iniciábamos… “Y después ¿Qué?” Lo innegable es que muchas familias susceptibles de
acoger, no lo hacen porque tienen miedo, miedo a no saber manejar “la mochila” que
ese niño trae consigo por las dificultades que ha pasado. Y por ello, existe un periodo previo de
información personalizada sobre el recurso, donde conocer bien las
características de la familia que se interesa, sus inquietudes, sus
expectativas y sus motivaciones, y que seguidamente, si decide ser familia
acogedora, recibe un período de formación y se lleva a cabo una evaluación al
objeto de identificar las cualidades y habilidades necesarias para poder
atender adecuadamente a estos menores, y conocer los apoyos que pudieran
necesitar al respecto. Una vez superado este proceso, un equipo de profesionales
se asegurarán de buscar la familia idónea para ese menor que necesita de un
hogar, según su historia personal, que os preparará y que además ofrecerá ayuda
con disponibilidad total para asesorar en cualquier momento y ante cualquier
duda.
Miedo a que “le
quiten al menor”. Es
un miedo completamente razonable pero que se esfuma cuando tenemos clara cuál
es nuestra motivación. Quizás tu puedes ser esa “familia canguro” que cuide de
ese menor mientras se aclara su situación para que no esté en un centro, es decir, serías familia de acogida de urgencia y/o temporal e inicias el
proceso con un principio y un fin, y las familias se prestan a ello sabiéndolo,
porque es su motivación inicial. O quizás, deseas ser familia de acogida permanente, y en ese caso no suele ocurrir que el niño regrese con
su familia porque no se prevé, y es por ello que se estima que lo idóneo para
ese niño es una familia que lo acoja de manera permanente, es decir, que cuide
y ofrezca protección a ese niño sin romper los lazos con su familia biológica,
como pueden ser sus hermanos, por ejemplo. En este caso recobra más fuerza ese
miedo, pero es que “¿Acaso tod@s l@s
hij@s, se quiera o no se quiera, no se acaban yendo? ¿No creéis que hay lazos
más fuertes que los de sangre y que permanecen por siempre?.”
En cualquier caso, hay muchos menores que
necesitan una familia para recibir el calor que no tienen o no han tenido, y cualquier
familia o persona motivada y dispuesta a prestar una ayuda
solidaria, puede acoger y ofrecer a estos niños y niñas, un entorno
estable y seguro donde crecer.
Por ello, para todo aquél que pueda estar interesado, dejamos
esta información de contacto: 900.878.281 (teléfono gratuito de la Entidad) así como de los
teléfonos 955.90.27.00 y 955.11.36.78 o mediante el
teléfono de atención a la infancia, 902.92.11.11, de la
Consejería de Igualdad y Políticas Sociales de la Junta de Andalucía.
También puede informarse en la página web de
APRONI, www.aproni.org, o a través del e-mail acoge@aproni.org.
De igual forma, para obtener más información sobre el
recurso, le invitamos a que visite el blog: http://acogimientofamiliaraproni.blogspot.com.
¡AYÚDANOS
A CONSEGUIR QUE MUCHOS MENORES PUEDAN DISFRUTAR DE UNA INFANCIA EN FAMILIA!