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«En una familia de acogida el niño aprende que hay adultos que nunca hacen daño» 


Entrevista con Jesús Palacios, catedrático de Psicología Evolutiva y de la Educación de la Universidad de Sevilla (29/11/2017)

Si alguien sabe sobre el daño psicológico que sufren los niños de acogida, ese es Jesús Palacios, catedrático de Psicología Evolutiva y de la Educación de la Universidad de Sevilla. Él ha sido uno de los ponentes del III Congreso del Interés Superior del Niño que después de tres intensos días finaliza hoy en Madrid, y en el que todos los actores implicados han debatido sobre las debilidades y fortalezas de esta medida de protección infantil.

¿Cómo define usted el acogimiento familiar?
Se trata de niños que, lamentablemente, no pueden seguir con su familia biológica. Y los humanos. particularmente en la infancia, no estamos hechos para cuidados colectivos (en una residencia). Uno de mis maestros en Psicología asegura que, para desarrollarse normalmente, todo niño necesita que al menos una persona esté loca por él y se lo demuestre. ¿Qué es el acogimiento familiar? Facilitar que alguien esté loco por ti. Entre los familiares de acogida y el acogido no existe la distancia emocional que pueda haber en un centro. No hay horarios, la disponibilidad es total, no hay domingos o fiestas... El niño llora cuando llora, no hay turnos.

Que un niño pequeño, o no tan pequeño, comprenda y digiera por qué es así su vida, parece complicado. ¿Se puede sanar un niño de acogida gracias a herramientas tan complejas como esta?
Lo primero que habría que decir es que los acogidos, como ocurre con los demás grupos de humanos, no son todos iguales. Hay niños muy dañados, otros menos. Unos muy dañados durante muchos años, y otros que apenas han estado dañados porque han sido retirados en el hospital en el momento de nacer. El nivel de daño es distinto: Hay niños muy frágiles que ante una mala vivencia se hunden, y otros ante la misma experiencia se mantienen razonablemente enteros. Aunque lógicamente todos los que han sufrido daño tienen sufrimiento emocional. Pero es importante resaltar que el nivel de daño no siempre es el mismo, ni tampoco la necesidad de crianza terapéutica en todos los casos. Pero en general es verdad que los niños en acogimiento familiar están dañados y necesitan esa crianza terapéutica que sí, puede ser muy efectiva, y ayudar a los niños a sanar en este aspecto.
¿Cómo se articula ese daño emocional?
Una de las particularidades del daño emocional es que la recuperación es mucho más lenta. Al contrario que la recuperación del daño físico que puede suponer el no estar nutrido, donde se ganan rápidamente los kilos o se recuperan los centímetros perdidos como consecuencia de una malnutrición. El daño emocional tiene también una reparación más inestable. Los niños presentan avances y retrocesos en esa recuperación. Básicamente, cuando un niño tiene experiencias de maltrato, aprende dos cosas terribles: Aprende a desconfiar y a sentir angustia de las personas que le cuidan. La otra cosa que aprende es que es una basura que no vale nada, que lo que está pasando en su familia es culpa suya, y que no merece ser querido. Esas son las dos cosas que hay que reparar, y que la familia acogedora o adoptiva tiene que asumir.
¿Cómo es o debe ser ese aprendizaje en el niño?
El menor aprende a ganar confianza en los demás, a que hay adultos que están al lado cuando se les necesitan, que hay adultos que nunca hacen daño, que cuidan… Por otra parte el otro aprendizaje es que "yo no soy basura", "hay cosas de mi que gustan a otros", "cosas que no era capaz de hacer y que alguien se preocupa por enseñármelas a mi", que "puedo ser valioso", y finalmente, que "soy valioso"…
Según los testimonios realizados por algunas familias de acogida, al final ese daño hace que estos niños tensen la cuerda a menudo. ¿Es esta una de las cosas que hacen duro el acogimiento?
Sí, porque nadar a contra corriente es agotador, sobre todo si tienes que nadar contracorriente mucho tiempo. El niño ha aprendido la desconfianza, y tú tienes que ir contracorriente de eso. Pero el niño no termina de creerse que siempre vas a estar a su lado y que por tanto, no hace falta que llore, que robe, que mienta o que incluso agreda a otros para recibir atención, presencia y disponibilidad adulta.
Eso es lo que hace que el acogimiento familiar sea más difícil. Es verdad que los niños responden con bastante rapidez a algunas de esta cuestiones. Pronto aprenden lo agradable que es recibir cariño, que te den un beso en la herida que te acabas de hacer, que te lean un cuento o te den un beso de buenas noches, hacer cosas divertidas juntas... Todas estas acciones son aprendizajes complemente nuevos, porque habían aprendido todo lo contrario, y eso es muy agradable verlo. Quizás ver cómo van progresando en el aspecto de la desconfianza, de los retos, para que se demuestre que es querido, que no se le abandona, que se le atiende... eso cambia más lentamente. El esfuerzo de nadar contracorriente es más prolongado y a veces necesita apoyo.
¿Quién puede prestar ese apoyo a las familias de acogida para poder nadar contracorriente por un espacio prolongado de tiempo?
Se necesita el apoyo de los hijos biológicos, de la pareja, y a veces del apoyo de los técnicos que entienden y pueden explicar a la familia que cuando un niño te dice: «Tú no eres mi madre y, por tanto, no tienes derecho a obligarme a hacer esto o lo otro» en realidad lo que está diciendo es: «Por favor, no me dejes, por favor, sigue a mi lado». Su lenguaje es «no te quiero» pero se traduce en «no me dejes ir». La mayor parte de las veces significa «no me abandones». Y entender eso en situaciones diarias, por la mañana y por la noche, y justamente en el momento en el que está uno más cansado es lo que resulta más costoso, pero también más gratificante. Contribuir a mejorar la vida emocional de un niño, contribuir a curar sus emociones heridas y sus apegos rotos… es en realidad el objetivo del acogimiento. Muchas veces los familias de acogida tienen que hacer una alfabetización emocional de estos pequeños, que no saben distinguir el dolor, de la rabia o el miedo, porque nadie les ha puesto nombre. Esta tarea de enseñar al niño el ABC del cariño, el ABC de las relaciones humanas y el ABC de las emociones, es una tarea dura a veces pero siempre una tarea gratificante y maravillosa.
Porque acoger no es solamente querer, es también ser querido. Los acogedores siempre lo están diciendo: «Yo pensé que esto del acogimiento consistía en que yo tenía que darle mucho a este, y lo que ha ocurrido es que he recibido más de él de lo que yo he recibido». Los niños devuelven, al menos, tanto como han recibido. Las dudas, las angustias, se ven muy recompensadas por esas risas, esa emoción compartida.
¿Qué tipo de familias son las más idóneas para realizar un acogimiento familiar?
El acogimiento familiar es maravilloso. Y pesar de esas dificultades de nadar contra corriente, de los aprendizajes que el niño trae hechos, para el acogimiento familiar no necesitamos familias heroicas. No buscamos héroes. Hace falta gente que tenga las ideas claras, y que sea emocionalmente fuerte y sana. Y ya está. Con su fallos, sus días peores y mejores. Sus ratos buenos y sus ratos malos. No hace falta ser una familia excepcional para ser una familia acogedora, es suficiente con ser una familia que tenga espacio físico y emocional sobre todo para hacerse cargo de una historia de un niño desconocido y para disfrutar nadando contracorriente. Para conseguir que ese niño cuando se vaya, si es que se tiene que ir, esté emocionalmente mucho mejor de lo que estaba cuando llegó, más confiado que cuando llegó, en los demás y en él mismo.
¿Qué porcentaje vuelve con su familia de origen o familia extensa?
Un 30% vuelven con la familia. Y afortunadamente cada vez más, sobre todo después de la nueva Ley de Protección a la Infancia y a la Adolescencia de 2015. El volver con la familia ya no supone que la madre ya no es drogadicta porque tiene un alta médica. Se trata de que no sea adicta, se trata de que tenga capacidad de cuidado, de estimulación, de atención, de estabilidad. Una de las cosas que ha traído la ley es que ahora los requisitos para el retorno son más estrictos y exigentes. No hace falta solo que la causa que motivó la salida se haya superado, sino que además tiene que quedar claro que puede ofrecer garantías suficientes para el desarrollo de su hijo.


Más de 38.000 niños son atendidos en España por el sistema de protección a la infancia

En España más de 38.000 niños son atendidos por el sistema de protección a la infancia, según ha informado este lunes el presidente de la Sociedad Española de Pediatría Social (SEPS), José Antonio Díaz Huertas, durante la presentación de la primera 'Guía de Salud de los Niños Atendidos por el Sistema de Protección a la Infancia', elaborada por dicha sociedad con el apoyo del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad y la colaboración de los laboratorios Ferrer.
"Son los niños que requieren ser atendidos fuera de ámbito familiar, bien en acogimiento familiar, en acogimiento residencial o bien en adopción nacional. Ahora bien, si incluimos a personas atendidas por los servicios sociales --los niños de riesgo social-- esta población sería significativamente mayor", ha recalcado Díaz Huertas.
Y es que, a pesar de que los mayores problemas de estos niños no son las enfermedades, sí que presentan unos factores de riesgo que les hacen diferenciarse del resto dado que muchos de ellos han tenido déficits afectivos familiares, han sufrido maltratos, presentan una alimentación inadecuada, han sido abandonados en los hospitales por patologías graves o, por ejemplo, han tenido unos inestables o ausentes cuidados médicos.
Además, según han asegurado los especialistas, existe un desconocimiento por parte de los profesionales sanitarios acerca de la asistencia, de los problemas, de las necesidades sanitarias de esta población infantil e, incluso, de sus obligaciones respecto a la atención de estos niños.

GUÍA PARA ORIENTAR A LOS PROFESIONALES Y FAMILIAS DE ACOGIDA
Por estos motivos, se ha creado esta Guía con el objetivo de "orientar" a los profesionales sanitarios, padres acogedores y educadores sobre las patologías de esta población y, especialmente, sobre los factores de riesgo que presentan.
"Las enfermedades de estos niños son iguales que las del resto pero dadas sus condiciones socioemocionales presentan unas características que les diferencia del resto y que hace que necesiten unos cuidados especiales", ha comentado el primer firmante de la Guía y pediatra de la SEPS, Ángel Cortés Lozano.
En este sentido, el presidente de la SEPS ha destacado la importancia que tiene atender a los problemas de salud mental que presentan estos niños y que, según ha avisado, pueden desencadenar grandes complicaciones clínicas y psicológicas. "Cuanto antes se detecten estos factores de riesgo menos complejas serán las futuras intervenciones", ha recalcado.
Asimismo, en la Guía se hace también especial hincapié en la familia de acogida por considerarlo como el recurso más adecuado para la atención de los niños que requieren de una intervención de los servicios de protección infantil, fundamentalmente en los menores de tres años y especialmente en los menores de seis años.

"Lo importante es recordar que existen estos niños, que hace 25 años comenzó nuestro sistema de protección y que hoy dotamos a acogedores --familias, educadores de centro de acogida o profesionales sanitarios-- de una herramienta para que puedan orientar cómo tiene que ser la atención de estos niños, cómo tienen que protocolizar sus cuidados, qué cosas tendrán que hacer para que nuestro sistema de atención avance", ha concluido Díaz Huertas.
 
Los andaluces piensan en el acogimiento familiar (26/04/12)
El acogimiento familiar es la cuestión más consultada en el Teléfono de la Infancia de la Junta de Andalucía
Este hecho, y con independencia de la anécdota del dato, pone de relieve a evolución en el conocimiento de la sociedad andaluza del recurso del acogimiento familiar. Y pensando que es un recurso que sigue teniendo un tronco meramente voluntarista y solidario debemos tomar mejor consideración de todos los acogedores.
Otros asuntos consultados en este teléfono se relacionan con la concesión y solicitud de ayudas al nacimiento de hijos, titulo de familia numerosa, adopción de menores y otros asuntos relacionados con cuestiones legales en menores y familia.
El 902102227 pretende ofrecer información rigurosa y actualizada de los recursos, programas, actuaciones del sistema de protección a la infancia, así como información puntual sobre alguna campaña, actividad, actuación o evento. Se considera importante que los particulares dispongan de un teléfono en el cual poder obtener información detallada de todos aquellos aspectos vinculados con la infancia, dentro del ámbito competencial de la Junta de Andalucía.

El domingo 19 de Febrero de 2012 tuvo lugar en el Salónd e Actos de la Facultad de Psicología de la Unviersidad de Sevilla, el XII Encuentro de Familias Acogedoras organizado por la Fundación InternacionalAPRONI.

La Entidad
, como Institución Colaboradora de Integración Familiar y conforme al Convenio de Colaboración suscrito con la Consejería para la Igualdad y Bienestar Social de la Junta de Andalucía celebró un año más estas jornadas dirigidas a fomentar el Acogimiento Familiar como alternativa a la institucionalización de Menores Tutelados, ofreciendo a su vez, un espacio para la formación y el intercambio de experiencias para las personas participantes de este programa, familias acogedoras e interesadas.


Dicho acto, comenzó a las 9.00h con la recepción y entrega de material y, tras la intervención de la Vicepresidenta de la Fudnación, Dª Setefilla Luque Sotillo, el Encuentro fue inaugurado por la Excma. Sra. Consejera para la Igualdad y Bienestar Social de la Junta de Andalucía,  Dª Micaela Navarro Garzón.
El XII Encuentro de Familias supuso un éxito, no sólo gracias a la asistencia, si no tambien a los ponentes expertos que participaron, entre ellos D. Daniel Valpuesta Contreras, Sr. Fiscal Coordinador de Menores de Sevilla, y D. Jesús Palacios González, Catedrático de Psicología Evolutiva de la Facutlad de Psicología de Sevilla. De igual modo, fueron varias las familias que aportaron su testimonio y experiencias en el Acogimiento Familiar. 
Para finalizar, el encuentro fue calusurado por la Ilma. Sra. Directora General de Infancia y Familias, Dª Teresa Vega Valdivia. 

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